Hace un par de años tuve ocasión de ir un fin de semana a visitar Graz. Es una ciudad austriaca bastante pequeña, pero tiene su gracia, particularmente por lo que concibe a la arquitectura moderna.
La estrella de diamante, a mi aviso, es la Kunsthaus es decir, el museo del arte contemporánea. Dicho edificio, se coloca en el centro antiguo de la ciudad; no es una construcción ex – novo, sino se desarrolla a partir de un edificio preexistente de mitad del siglo XIX. El proyecto, realizado por los arquitectos británicos Peter Cook y Colin Fournier, se parece a un groso pulpo, cuya piel está compuesta enteramente de cristal. Debajo de la piel se coloca un sistema de iluminación, compuestas por unas especies de bombillas circulares, que por la noche van iluminándose componiendo imágenes y textos. El sistema de iluminación es totalmente informatizado: las imágenes originales son procesadas por un programa que las adapta a los “píxeles” que componen la fechada del edificio. Hay que subrayar como exista un extraordinario contraste entre las formas tan orgánicas, digitalizadas y modernas de la Kunsthaus con el resto de centro histórico.
(Kunsthaus, desde www.kultur.steimark.at)
Otro elemento arquitectónico interesante es la Isla sobre el río Mur. Su realización avino en concomitancia con la promoción de Graz a capital cultural europea en el 2003.
El arquitecto Robert Punkenhofer y el artista de Nueva York Vito Acconci proyectaron la isla peatonal en cuestión. Es una construcción reticular larga 47m cuya forma recuerda la de una concha, con 2 pasarelas que, diagonalmente, la colegan a tierra. Dentro de la isla hay un anfiteatro y un café, sedes de la vida cultural, en particular nocturna, de la ciudad. Por la noche hay un sistema de iluminación azul que colorea todo el edificio, y el agua del río que le rodea.
Finalmente sugiero una jonada relajante en las termas de Bad Blumau…
